7. MONFORTE DEL CID Y ORITO
Por Ramón Fernández Palmeral
7.- ORITO Y MONFORTE DEL CID
Ubicación geográfica
Monforte del Cid está situado en la comarca del Medio
Vinalopó, a 22 km de Alicante muy bien comunicado con la A-31, tiene una
superficie de 79´23 km2. A 4km al Este de la población se encuentra la pedanía
de Orito, importante centro de peregrinaciones en torno a la figura de San
Pascual Bailón. Sus principales actividades comerciales son la industria del
mármol y la uva de mesa. Posee un amplio un complejo industrial muy bien
comunicado.
El término municipal
se halla dentro del valle excavado por el río Vinalopó y rodeado de sierras
donde destacan la Sierra del Cid (1.103 m) y la de las Águilas (555 m).
Historia
Su nombre
original era Nompot que luego pasó a ser Monfort (montaña fortificada).
Hasta que a finales del s. XVII se castellanizó para ser llamada
Monforte, pero al coincidir con Monforte de Lemos (Lugo), se le añadió el
apelativo “del Cid” a principios de siglo XX. Es mi opinión que estas
poblaciones por su similitud de nombres se deberían de hermanar. Lo de “el
Cid”, se tomó por la Sierra del Cid que se levanta en sus inmediaciones.
Nada tiene que ser con el Cid Campeador, sino con la aledaña la sierra del Cid,
que se encuentra al norte del término municipal. Es una villa Real. De origen
es ibérico, en 1974 fue hallado un toro ibérico en un paraje cercano al río
Vinalopó, a este hallazgo hay que unirle el de la Lápida Romana que demuestra
también la existencia de una antigua ciudad romana en las proximidades del río
(ambos restos se hallan expuestos en el Ayuntamiento).
Tiene 5.864 habitantes
en el censo de 2004, predomina el castellano. El genitivo es: monfortinos. En
1860, la población era de 3.786 habitantes, lo cual demuestra que la progresión
no ha sido muy tan grande como en las otras grandes urbes del Vinalopó: Elda,
Novelda o Petrer. Para más información histórica, turística y gastronómica,
recomiendo visitar las páginas de La Isla de Interior:
La alcaldesa es
doña Antonia Cervera Carrasco (PP). Este pueblo sacó
tres concejales de Izquierda Unida y otros tres del PSOE, pero el PP tiene 7
concejales.
Fiestas
Por lo general es un pueblo
festero y alegre, lo que demuestra su salud mental y económica. Las fiestas
patronales se celebran del 5 al 9 de diciembre en honor a la patrona, la
"Inmaculada Concepción". Coinciden Fiestas Patronales con Fiestas de
Moros y Cristianos. Hay tres comparsas independientes: moro, cristiano y
contrabandistas, desde 1968, desfilan independientemente, aunque la tradición
los remonta al siglo XVI, donde se celebraban Alardos Festeros. La mujer se
integró en 1947.
La Romería de San Pascual se
celebra el día 17 de mayo, una peregrinación que sale de Monforte y
acaba en lo alto de la Sierra de las Águilas, en la Cueva de San Pascual,
llegando a congregar hasta 100.000 personas.
SINGLADURA
Orito
Salí de
Alicante a las 9´30 horas del día 25 de marzo de 2006, por la A-31
dirección Madrid, pasado el desvió para el Club de Golf Alenda, un campo de 18 hoyos, y pasado el
puerto de Portichol que ni es puerto ni nada que se le parezca porque tiene 300
metros de altitud sobre el mar de Alicante, y a la derecha encontramos un
cartel de señalización para salir hacia el "Santuario de Orito". Tomé
el indicado desvió, pero nada más pasar el stop encontré un cartel a la derecha
que indicaba la subida a la cueva, ¿qué cueva me pregunté? Ahora me acababa
de enterar que por aquí había una cueva y yo imaginé una cueva como la de
Nerja o del Drac o Aracena. Tomé la carretera a través de una
urbanización de duplex, creo que es Residencial Orito, tras sortear varias
redondas tomé un camino forestal que llora porque lo arreglen de asfalto, hasta
que nos ampara un trozo de camino recién asfaltado que viene de
Orito, de buen firme nuevo. Ya desde abajo se veía sobre el cerro de las
Águilas una escultura de gran tamaño y una edificación de piedras. Es punto
geodésico. Subía y subía por la insidiosa carretera de curvas entre pinos
que juegan en las laderas inyectadas de hierbas silvestres: romero, cantueso,
espliego... Me encontré a tres peregrinas, devotas camineras, se pararon
a mi paso y me miraron con ojos lastimeros. La gran imagen se agiganta al
aproximarnos a ella como una sombra alargada, mientras aparece y desaparece de
nuestra vista por culpa de las curvas ligeramente inclinadas. Al final de la
subida, asombrosa se alzó ante mis ojos la gran imagen de un Santo de pie
coronado sobre un pedestal que, por la mística visión, con el sol a la espalda
que le corona de luz solar, me obligó a parar y a aparcar el coche en la
cuneta. Salí del Nissan Almera armado con mis dos cámaras de fotos
e inicié mi safari. Mientras robaba imágenes, más que tomaba
fotos llegaron intermitentes grupos de ciclistas sin aliento, unos llegaron
primero alegres y otros después tronchados de fatigas y piernas rotas y el
corazón en el manillar. El municipio monfortino organiza además la: “Ciclo-ruta internacional ruta del mármol y la uva de
mesa”. Debajo de la
imagen, en el pedestal poliédrico, leemos una leyenda que nos habla de su
construcción por sus fieles devotos el 4 de mayo de 1997.sus autores son Pilar
Mir y Ruaja. (Pilar Mir y Ruaja son los mismos que firman el
monumento al trabajador de la piedra natural en Algueña). Los escultores
me causan mucho respeto y procuro anotar sus nombres.
Los ciclistas subieron
hasta las edificadas escaleras sobre la cúspide del rematado monte con el
aspecto de una especie de ermita, allí dejaron las bicicletas amontonadas y
ellos se sentaron en los escalones a tomar el agua de sus botes reconstituyentes
e isotónicos. Desde arriba hice unas fotos panorámicas desde donde se pueden
ver los cerros de El Cid, al Norte, las localidades de Monforte, Elda,
Novelda, Aspe, Monóvar, casi todo el valle del Vinalopó. Y al Sur Sierra de
Foncalent y un trozo de Mediterráneo con la luz reflejada y destellante.
Ya estoy en la
llamada Cueva de San Pascual. Desde el Quemadero de Velones, desde
aquí parte la ruta alicantina del Camino de Santiago, increíble pero cierto, lo
indica un azulejo en la pared donde se ve una vieira dorada, símbolo de este
camino medieval y santo. Hasta Santiago de Compostela (1.000 kilómetros).
Cuanto entré a la ermita/cueva me quedé muy asombrado, admirado y culpable de
mi ignorancia, el de que un alicantino de adopción como un servidor,
que lleva aquí desde el año 1990, dieciséis años en Alicante, todavía no
había venido a mostrar sus respetos a este paraje privilegiado paraje de
silencio, de panorámicas estratégicas, privilegiado en paz viviente y
tranquilidad espiritual. La edificación es de piedra vista, mimetizada con el
paisaje árido, en juego complementario con el color de las tierras ocres y
tierras siena y grises de gato persa, y caminos que flagelan las lomas,
elevado como una estación de esquí se alza la ermita sobre la roca ocre,
donde podemos ver el Quemadero de Valones (una especie de sala de exposiciones
con fotos de San Pascual), que fue un fraile franciscano.
Subí los últimos
escalones, rodeado de ciclistas muertos, bajo un arco de medio punto se
abre la puerta con dovelas. El interior no es muy amplio, a la izquierda
tenemos la pequeña cueva, una cueva iluminada por luz eléctrica, protegida por
una verja, cuya puerta está abierta, en el interior abundan las macetas con
vistosas plantas de florestas y macetas, algunas de interior como la hoja
calada, de lirios y de un verde que se ponen a los pies del Santo, pequeño
y modesto altar que se ve de bloques de cemento, y encima la imagen del Santo
al tamaño natural de un mortal, con hábito de franciscano con el cordón del
flagelo a la cintura y con la manos abierta en un esperado abrazo. Eché mi
limosna secreta en el cepillo situado a la izquierda y tomé un prospecto
con el horario de las misas para los años 2005 y 2006 (una por mes), más
una pequeña biografía de San Pascual el humilde pastor de este valle ahora sin
lágrimas que desde hoy veo que es sagrado, el sagrado valle del Vinalopó,
regado por el sudor del trabajo del hombre y el esfuerzo de las pesadas piedras
de sus muchas historias.
El prospecto muestra
en la portada la imagen de San Pascual de Orito, se cuenta con cariño,
que San Pascual Bailón (Baylon) nació el 17 de mayo de 1540 y vivió cincuenta y
dos años, hasta el 17 de mayo de 1592. Leo: “Procedente de Aragón llegó
muy joven a estas tierras, pasó sus primeros años como pastor, conduciendo el
rebaño de un vecino de Monforte, por los mismos caminos que recorremos hoy los
peregrinos que cualquier lugares. Por eso, al detenernos en cualquier lugar de
la montaña o de las sendas entre Monforte u Orito, podemos tener la casi
seguridad de hacerlo en el mismo lugar que el santo. Tratemos de rezar con la
misma fe que San Pascual…” Este santo también estuvo en Francia.
Allí dentro de la
sagrada ermita cueva, nido en el Cerro del Águila, en amada soledad que nos
fortalece, dando rienda suelta a la imaginación espiritual de los ascetas y
ermitaños, encontré a las tres mujeres peregrinas sentadas, ya habían
llega a pie calzado de zapatilla deportivas, al menos desde Orito. Las mismas
que vi subir caminando. A una de ellas le pedí que me sacara una fotografía
como testimonio de mi paso por este cerro cubierto de espiritualidad y
reflexiva devoción. Luego bajé hasta un rellano, donde un jardinero, fuerte y
con barba blanca oraba más que canturrear entonaba esas canciones propias de la
comunión en la misa, era algo en gregoriano, por lo que me daba la sensación de
que era algún religioso o beato pobre porque el coche que tenía era un Seat
Marbella celeste, de lo que ya no se ven. Al verle tan feliz, en aquel lugar
de culto y misticismo me di cuenta que para ser feliz solo hay que dedicarse a
cuidar plantas y a no desear grandezas
-Buenos días,
¡qué bien cuidado está todas las plantas!, a mí me gusta contemplar a los
espinosos cactus, longevos, perennes, adaptados al medio hostil.
-Sí es que los cactus
tienes unas flores muy bonitas, todas las flores lo son pero estas lo son más
si cabe porque son flores de un día.
-Pues creo que hay por
la Marina Alta un jardín botánico de cactus.
-Sí, lo he oído, creo
que es en Denia, -me dijo el jardinero, pero yo no le contesté porque no tenía
certeza de ello.
Aunque era un hombre
de pocas palabras, que pronunciaba muy bien el castellano, no era un
agricultor, sino que sentí, tuve la sensación de que era un hombre de Dios.
Cuando le pregunté si venía mucha gente, me respondió que suelen contarse unas
4.000 personas al mes. Luego confesé que viviendo yo en Alicante, ahí tan
cerca, era la primera vez que venía. “Sí suele pasar mucha gente viene y se queda
sombrada, pero lo que más vienen por aquí con gentes del valle del Vinalopó”. A
la pregunta de cuándo se había construido todo aquel emporio, me respondió que
sobre 1984.
Bajé
a Orito por donde había subido y llegué al Santuario de la Virgen de Orito,
situado en una amplia plaza con una cruz en el centro, una cruz de piedra con
floresta, debe tener su significado que yo no sé cuál es. Cerca de donde
aparqué se ve un gran azulejo en la pared que anuncia La Senda de San Pascual. Allí hay un Albergue Juvenil del
peregrino, vi a un grupo de niños que subían con gran escandalera
para las habitaciones superiores a la voz de una cuidadora. La iglesia estaba
cerrada, aunque a misa diaria las 8`30 horas.
El Santuario de Ntra.
Sra. de Orito y de San Pascual fue erigida por los frailes franciscanos
alcantarinos (San Pedro de Alcántara), sobre las ruinas de la ermita de la
Natividad, a raíz del hallazgo de la diminuta imagen de la Virgen de Orito
(42mm) en 1555. Tras este hecho se funda el Convento de Orito o de San Pascual
en 1562, cuya construcción finalizó en 1607. Más tarde se incrementó la
devoción popular al tomar los hábitos el humilde pastor al que hoy se venera
como San Pascual Bailón, que tiene muchos devotos en Monforte.
Cerca de la puerta del
convento veo una hornacina con la figura de un bajorrelieve de piedra de
un pastorcillo arrodillado ante Jesús Sacramento (un corazón iluminado).
Este pastorcillo tiene una corona por lo tanto no puede ser otro que San
Pascual arrodillado. Entré por una puerta bajo un frontón con escudo de piedras
dos manos cruzados y una cruz también de piedra. El zaguán es de los
típicos de los conventos, tiene una campanilla para llamar, la decoración en la
pared es la de un fresco en muy mal estado dos frailes custodian al busto de
una Virgen en el centro, una Virgen Inmaculada de medio busto, rodeada de
una orla que dice en latín: "Damen ta eivs in his montibo santctis
psalm 86..." La leyenda continúa pero no se puede leer porque se ha
borrado. Me hubiera gustado hablar con el hermano encargado de los
archivos del convento de San Pascual ya que me consta que cuando desapareció el
convento de los capuchinos de Orihuela en 1980, en el barrio de Bariloche, se
llevaron la Divina Pastora y documentos de los archivos al
Santuario de Orito.
Acabada mi rápida
vista bajé por unas escaleras al bar de Orito, habían llegado los moteros y los
mismos ciclistas que había subido a la ermita cueva de San Pascual,
y no entré al bar. Decidí dar por concluida la visita al Santuario de Orito,
aunque es lástima que no pueda saber más de este Santuario de Oritos, que
merece sin duda una visita mucho más detenida.
Salí de la pedanía de Orito y tomé
el desvío de Espejeras, pensé que me encontraría una aldea, pero no, Espejeras
son cuatro masías nuevas y un par de ellas muy viejas, muy interesante por un
arco que tenía en una de las fachadas. Es zona de cultivo de las parras de uva
embolsada no de vino sino de uvas de mesa. Desde lo alto de una gran
balsa se ve la localidad Agost, a la protección de un cerro picudo de
Sierra de Castellar. Luego tomé el camino de Monforte y dejé Agost para otros
viajes.
Monforte del Cid
En España existe otro
Monforte, que es Monforte de Lemos, en (Galicia) Entré en la villa de
Monforte del Cid por debajo de la autovía la A-31, el pueblo de Monforte
del Cid llanea en un plano a nivel del terreno, y sobre el único
montículo se eleva la gran iglesia. Es una villa real. Villa valiente de ilustre
nobleza. A la entrada hay una rotonda ajardinada en cuyo centro
crece un monumento de bronce dedicado a la parra, una parra con
doradas racimos de uva porque este lugar es océano de vides célebres.
Debajo del cartel de Bienvenido de Monforte del Cid, se lee el eslogan:
“Generosa tierra y doradas uvas”, parece un verso de Gabriel Miró. Paré ante la
orden de un semáforo, continué el camino hasta donde hallé un gran parque
con altas palmeras, aparqué cerca de un jardín infantil. El parque se ve
nuevo, y desde su centro, como un meridiano cero del Vinalopó, se ve la cúpula
grandiosa de la iglesia, alta como un castillo de la Reconquista, teatro de
grandes y memorables hazañas, con la pila bautismal don de bautizó a Jorge Juan
en 1713.
No sabía el
nombre de la plaza, hasta que pregunté a un grupo de hombres de cierta edad, la
edad madura del saber, que ocupaban los asientos a sotavento.
-Buenos días. ¿Cómo se llama
este parque –pregunté a un hombre mayor?
-Este parque de llama como la
plaza, plaza del Progreso.
-Se ve muy nuevo.
-Bueno, tiene obra nueva,
esto era antes el lavadero del pueblo, allí, donde estaban los chorros de
agua -me señala una fuente- puede usted ver las piedras
del lavadero, aunque antes, el lavadero y el chorro de agua está allí, más en
el centro.
-Usted no es de aquí.
-No, yo soy periodista, y
voy por los pueblos haciendo reportajes fotográficos. ¿Usted de qué quinta es?
–Le pregunté al hombre-
-Yo soy de la quinta del 45 y
tengo 80 años. Aquí en este pueblo hay buenos mozos, ve usted aquel hombre de
allí con el andador, pues ese hombre tienen 96 años. Hable con él y te contara
muchos del pueblo porque tienen muy buena cabeza.
Me acerqué hasta ponerme a
la altura del hombre de 96 años, sentado junto a dos hombres más, tenía un
andador a mano., porque según me dijo que había fracturado la cadera.
-Me ha dicho que es usted
uno de los más viejos de Monforte, entonces, usted estuvo en la guerra civil.
-Sí señor, yo tengo 96 años y
estuve los tres años de la guerra en la Defensa de Madrid. De Monforte nos
fuimos cuatro voluntarios, hijos de papá, gente de ideas... Estuve en
Artillería con cañones montados sobre ferrocarriles, mire la foto
de cuando yo estuve en la guerra. Luego, de Artillería me destinaron a
Infantería.
Y el hombre abrió la
cartera y me enseñó una foto diminuta donde se veían tres soldados,
entre ellos él. Si el hombre tenía 96 años como aseguraba, entonces debió nacer
en 1910, el mismo año que el poeta Miguel Hernández, y le lancé la pregunta que
se me vino a la cabeza porque lo importante no es preguntar sino la réplica.
- ¿Pues, a lo mejor
coincidió usted en Madrid con Miguel Hernández?
-No le conocí pero yo le
puedo recitar de memoria poemas que escribí allí, y publiqué en una revista.
Estuve en Guadarrama, pero el peor de todos los frentes fue el de Jarama.
¿Y usted como se llama?
-Me llamo Francisco
Limiñana, este apellido abunda mucho en Monforte. Porque aquí hay gente de
todas partes, ese de ahí es de Baza y este –se refiera a uno con boina,
es gallegos, y ahora, como e han venidos muchos inmigrantes árabes. Cuando yo
nací el pueblo tenía 3.000 habitantes y ahora tiene 7.000.
La memoria de este
hombre me asombraba, por su claridad y su lucidez de ideas, era una
enciclopedia abierta, la historia oral de este pueblo. Lástima que no pudiera
yo tener más tiempo para dedicarle, pero en el futuro tendré que venir otra
vez, para hacerle una página web de la biografía de este hombre.
-Limiñana, se llamaba de
segundo apellido don Álvaro Albornoz Limiñana, ministro de Gracia y Justicias
en tiempos de la República, a lo mejor lo conocía usted
-No, yo no conocí, a ese
señor.
-Pues a ver si un día vengo
a Monforte y hablamos despacio –le dije, a lo que me respondió que cuando
quisiera, y esto queda en pie.
Y así fue como
me despedí de don Francisco Limiñana, cuyo segundo apellido no recuerdo, pero
todo se andará y no será difícil encontrarle en Monforte.
Luego fui a
tomar un refrigerio, allí mismo, y entré el bar Mayka, se asombró ser a tantos
hombres jugando al dominó cinco mesas y una al parchís, claro que estos juegan
al dinero, porque nadie juega al parchís por deporte. Este bar es como un
Centro Socia de Monforte, porque había casi unas 30 personas. Pedí al
camarero una caña con un pincho de tortilla pagué 1.50 €, un verdadero
regalado. El camarero era un chico joven con gafas y perilla, eficiente. Una
clienta, que estaba almorzando, le llamó Carlos. Había dos máquinas tragaperras
con un ludópata.
Cuando salí del bar
caminé por las calles de la Cruz, Hernán Cortés, que está en obras y subí
por una rampa hasta las plazas (varias plazas) alrededor de la iglesia
barroca de Nuestra Señora de Las Nieves, a mí también me espanta esta grandeza,
que se erigió sobre una antigua mezquita, situada sobre un promontorio, un
emplazamiento que me recordaba a la iglesia de Hondón de las Nieves, también
sobre un promontorio, lo cual la eleve y la alza, hasta los cielos con gran
gloria y grandeza. La portada es del maestro cantero alicantino José Terol el
Mayor. La torre campanario entre los siglos XIV al XVI, es de planta
rectangular, tiene dos pisos de altura con grandes ventanales, tres de
sus lados se encuentran dentro de la propia iglesia parroquial.
Durante varios años la Escuela Taller INEM Virgen de las Nieves ha
realizado el proceso de restauración. Hay una placa, junto a la puerta de
subida a la torre, que dice que fue con la ayuda de la Mancomunidad y Fondos
Europeos, datado en abril de 1998. Desde la balconada de la plaza se dominan
los barrios que fueron del arrabal de la morería del siglo XIV, que ahora
están en remodelación, y también se ve el barrio cristiano.
En una plazoleta que se
llama de España, se emplaza el Ayuntamiento, remodelado, con gran valor
histórico-arquitectónico, que, aún conserva la primitiva fachada
con tres arcos de sillares del s. XVI, en la balconada ondean tres
banderas y en el centro su escudo labrado en piedra: escudo coronado,
orlado con el vellocino de oro, un castillo en el centro. La puerta
estaba abierta, un ascensor te invita a subir, pero por ser sábado, yo respeté
el descanso. La Policía Local tiene su retén en frente, estaba cerrada.
No pude hacerme de un plano de Monforte. Este Ayuntamiento tiene una página web muy documentada para el turista, no para
el estudioso que necesita más información, por ejemplo el Libro de Catastro
y Riqueza Rustica y Urbana de 1853 o El padrón de 1870, que ya
estudiar M-S- Santos Deltell. Pero para eso está el archivo Municipal de
Monforte en la Biblioteca Municipal, que está frente al Ayuntamiento. Lo que si
oía por la calle era música insistente de un trombón, posiblemente allí
ensaye los alumnos de algún conservatorio o comparsa, porque la música
está muy arraigada por la tradición de las fiestas de Moros y cristianos
que son muy antiguas. Bajé por la calle Ramón y Cajal, hasta la plaza del
Parador, zona de bancos y Cajas de Ahorros, hay un locutorio. Llegué otra
vez al parque donde saludé de paso a don Francisco Limiñana y sus amigos de
charla antigua y paciente sobre aquellos años de la guerra y de la
posguerra.
Monté en mi
coche, y despacio di varias vueltas por sus calles, pasé por la calle donde
tiene su sede la Comparsa de los
Contrabandistas. Porque la fiestas de Moro y Cristianos son muy célebres y de
gran riqueza en trajes, en pólvora y, sobre todo, en organización.
Al final de Monforte hacia Aspe, hay una calle que lleva el nombre del
universal poeta Miguel Hernández. Continué por la derecha hasta dar con
un torreón árabe cilíndrico como las típicas de la vigilancia en defensa de
costas o de la frontera, pero, ésta se hallaba situada en el llano,
en el llano marcado de calles, como un guarda jurado con carabina, como un
recuerdo de su pasado árabe y del emplazamiento privilegiado en el valle del
Vinalopó fronterizo.
Salí por el monumento a Jorge Juan Santacilia, situado en una rotonda, es un momento
al estilo de Sempere, de tubos como imitando a una vela marinera, pero a mí no
me dice nada, creo que es de Andrés Carrasco. La paternidad del marino
español se la disputan Monforte y Novelda, aunque las enciclopedias dicen que
nació en Novelda 5 de enero de 1713, en una humilde casita de El Fondonet.
Rafael Coloma en la página 212 de su libro Viajes por Tierras de
Alicante, dice que “recibió el agua y la sal de la gracia” en la
iglesia de Monforte, porque el día que fueron a acristianarlo el
río Vinalopó estaba en crecida y los padrinos no pudieron pasarlo.
Salí de Monforte,
visité el polideportivo y El Mesón, y tomé camino a Alicante muy satisfecho de
mi viaje por la provechosa singladura de hoy.
Hay un
tipo curioso en Monforte que se llama Juan Aznar, su página web recoge muchas fotos
de Monforte.
Manolo (Garpe)
es un pintor que nació en Monforte del Cid en el año 1929, afincado en Alicante
Capital. Formó parte del Grupo de la plaza Gabriel Miró, la periodista y
crítica de arte Tomy Duarte le dedicó un artículo en Noticias Alicante.
Me gustan estas fotos :-).
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