Municipios del Alto y Medio Vinalopó reivindican aprovechar las vías en desuso, tras la llegada del AVE, para recuperar las Cercanías
mariví pardo / r. j. 09.02.2014 | 10:03/Diario Información
A la espera del enlace ferroviario con la ciudad de Alicante. La
llegada del AVE a la provincia ha dejado a algunas de las poblaciones y
a sus estaciones ferroviarias, ubicadas en el trayecto entre Villena y
Alicante, vacías de pasajeros. En los años 80, otras corrieron el mismo
destino cuando la carretera general se convirtió en autovía. Ahora,
esperan la puesta en marcha del Plan de Cercanías firmado en 2010 para
recobrar el bullicio de antaño.
Tres municipios del Alto y Medio Vinalopó viven resignados a ver
pasar de largo los trenes que llegan procedentes desde Valencia y se
encaminan hacia Alicante o viceversa. En las últimas cuatro décadas sus
estaciones se han vaciado de pasajeros y a sus puertas se les ha echado
el candado. La de Monóvar ha quedado en el olvido, mientras que la de Sax o Novelda ven bajar o subir, de vez en cuando, algún pasajero en el convoy que hace el trayecto Cartagena- Valencia.
Mejor suerte han tenido las de Elda-Petrer y Villena, donde hacen parada un total de nueve trenes de larga y media distancia en cada sentido. No obstante, la puesta en marcha de la nueva plataforma para el AVE y el cambio de los talgos, alvias y altarias a las vías de ancho europeo, les ha dejado a media luz.
Con este escenario, Villena y Elda, tras la pérdida de su conexión con Madrid, reivindican ahora recuperar los trenes que con frecuencia les unían con Alicante hace 20 años, a pesar de que los vecinos de Elda no descartan que un tren por las vías de ancho ibérico les pueda volver a conectar con la capital de España.
Los antiguos cercanía no sólo daban servicio a los vecinos que cada día tenían que trasladarse a Alicante para gestionar servicios administrativos o sanitarios, también vertebraban la comarca.
Por ello, los ayuntamientos de Villena y Elda e, incluso, la Diputación Provincial, se han puesto las pilas para demandar que el Plan de Cercanías, que en 2010 firmaron Francisco Camps, entonces presidente de la Generalitat, y José Blanco, también entonces ministro de Fomento, pase del papel a la realidad. En más de una ocasión la presidenta de la Diputación y alcaldesa de San Vicente del Raspeig, Luisa Pastor, ha planteado la posibilidad de crear un apeadero en el polígono sanvicentero de El Canastell, que permitiría ampliar la línea de Cercanías C3, que une Alicante con la Universidad, hasta a los municipios del Alto y Medio Vinalopó
Pero tres de las estaciones del trayecto se encuentran cerradas. Ante esto, el director de Comunicación y Relaciones Externas del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, José López, aseguró que «están cerradas para la venta de billetes pero no estan inoperativas, por lo que no supone problema alguno para la puesta en marcha de las cercanías».
Los más reivindicativos
Los villeneros no se conforman con que las vías que dividen el casco urbano sean sólo un perjuicio y así, son los más beligerantes con la puesta en marcha de un tren de cercanías. La distancia de 40 kilómetros del centro urbano de Alicante, y que estos vecinos están acostumbrados a utilizar esta formas de viajar, ha propiciado más de una plataforma en defensa del servicio.
A pesar de que el precio del billete a Alicante puede alcanzar los 12 euros, algunos jóvenes optan por este medio de transporte. Una vecina, Dori Pardo, indica que «mi hija y sus amigos todavía cogen el tren para ir a Alicante». Sax
Con un candado en la puerta
Al llegar a la estación de Sax un candado da la bienvenida al viajero. Sus instalaciones están cerradas a cal y canto, igual que ocurre con la de Novelda. Sin embargo, el Ministerio de Fomento, a través del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), realizó en 2010 trabajos de mejora de la accesibilidad en los andenes como paso previo al impulso de la línea de cercanías entre Villena y Alicante. El presupuesto fue de 172.148,2 euros y la actuación se incluyó en el marco del Plan de Modernización de Estaciones impulsado por el Ministerio de Fomento como medida de estímulo de la economía.
Plantean que las cercanías serían rentables
También los andenes de Elda sufrieron obras para la mejora de su accesibilidad en 2010 y estos mismos, dejaron de prestar el servicio Madrid-Alicante en 2013. Después de 155 años, la estación de Elda-Petrer dejaba de estar conectada de una forma directa a la capital española vía ferrocarril.
Los billetes en la estación eldense los venden tres discapacitados de la Asociación de Minusválidos Físico Intercomarcal (AMFI). Su presidente, Andrés Molina, afirma que «después de ver desaparecer los trenes a Madrid esperamos que se pongan en marcha las cercanías a Alicante que por nuestra experiencia, con unos 150 pasajeros semanales, creemos que serían rentables».
Una estación de mercancías cerrada y abandonada
La estación de Monóvar, en término municipal de Elda, se ha convertido en un edificio más en estado ruinoso y de abandono de los muchos que hay en lo que fue el punto de unión entre Monóvar y Elda. Fábricas de mármol, bodegas, alcoholera, escuela, ermita y viviendas habitadas daban vida a esta zona que tenía al ferrocarril y al autobús de «El Colilla» como referentes.
En la actualidad, la deplorable situación de abandono se refleja en las tres palmeras de la estación, devoradas por el picudo, y en las pintadas que adornan el edificio ferroviario. El último tren que paró en la estación de Monóvar-Pinoso trasladaba los restos del escritor Azorín, procedentes de Madrid. Este monovero ilustre fue enterrado en el camposanto de la localidad que le vio nacer.
La revolución de las mercancías
Su lejanía del centro urbano, dos kilómetros y medio, y su gran competidora «La Noveldense», el autobus hacía Alicante, le hicieron ser una de las menos utilizadas por los pasajeros. Pero, no ocurrió lo mismo con las mercancías.
El Centro de Investigaciones Etnológicas de Novelda (CIEN) editó en 2008 un libro sobre los 150 años de la llegada del ferrocarril a Novelda. José Ramón López, uno de sus autores, escribe que «el ferrocarril significó en el siglo XIX y hasta la década de los 80 del pasado siglo una revolución económica». La producción de vino y de tomates salían desde la estación Novelda rumbo a toda España.
La primera en ser abandonada
La de San Vicente, en el recorrido de las vías de ancho ibérico, es una de las más antiguas que se conservan en España. Sin embargo, está abandonada desde que en 2007 se optara por construir un apeadero cercano al casco urbano para línea C3 de Cercanías. La inversión supuso 3,8 millones de euros.
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